sábado, 7 de marzo de 2009

Carta sobre Eluana Englaro

El escrito de a continuación, fue enviado como "Carta al director" al diario La Tercera en el verano recién pasado producto de la contingencia "biopolítica" del momento: La muerte de Eluana Englaro. 
Dicha carta no fue publicada, por lo que decidí compartirla en este espacio.  Mis intenciones a futuro son escribir en este espacio algo más elaborado a partir de esta carta, por ello la poca profundidad de mi escrito. 

"Señor Director:
  
La muerte de la italiana Eluana Englaro es un buen ejemplo de los nuevos debates que existen en torno al rol que debe cumplir el Estado en el siglo XXI. 
Me refiero puntualmente a la biopolítica, tópico que en palabras de Roberto Esposito se refiere a "pensar la política en la forma misma de la vida". Este nuevo rol del Estado, basado en el biopoder procura controlar y conservar la vida, para lo cual hace uso del herramientas propias para lograrlo. 
Es por eso que el Estado italiano se sentía impotente ante el caso de Eluana, en donde su rol biopolítico se vio vulnerado provocando el malestar de la población, además de mostrar su debilidad como Estado que "protege la vida". 
Eluana puede ser entendida como un moderno caso de "homo sacer", término planteado por Giorgio Agamben como "aquel cuerpo del cual su vida es insacrificable, pero está expuesto a que cualquiera se la quite".  Insacrificable porque corresponde al cuerpo de un ser humano viviente (a pesar de su situación médica) y expuesto a la muerte, por su fragilidad para defenderse de quienes usan el biopoder y cuestionan su bios (forma de vida). 
Este caso debiera dejarnos algunas reflexiones: ¿Es el Estado el decisor en última instancia sobre la vida de sus individuos? ¿qué debe hacer el Estado ante estos homo sacer? Y finalmente, ¿qué es realmente "estar con vida" ? ¿ velaremos por un zoé (mera vida) o bios (forma de vida) humano?
Sería interesante que el Estado chileno comience a debatir estos temas que demuestran que la política soberana del Estado actual es muy distinta a la política de siglos atrás. 

Ely Orrego